Leído en www.larioja.com
Basilio Ramírez Pascual (Albelda de Iregua, 1967) ha publicado en colaboración con el profesor Juan Palomero la tercera edición de 'Fiscalidad; teoría y ejercicios', un libro «eminentemente práctico y didáctico», dirigido a los aspirantes a técnicos superiores en Administración y Finanzas, y diplomados en Empresariales. Un manual con el que este asesor tributario, director de Arnaut & Iberbrokers, asegura «no ganar dinero, pero sí disfrutar mucho».
- En el prólogo del libro comenta que habida cuenta de todos los cambios fiscales que se han producido se han visto obligados a sacar esta tercera edición. ¿De verdad son necesarios cambios de fiscalidad tan constantes?
- La verdad es que estamos condenados permanentemente a renovar la edición. El primer libro data de 1999, la segunda edición aguantó hasta el 2004 y la siguiente ha sido ahora. Sobre todo hay cambios filosóficos de los impuestos y eso nos obliga a hacer una nueva edición.
- ¿Son necesarias tantas modificaciones o cada Gobierno tiene que dejar su 'legado' fiscal?
- Claro que cada Gobierno aspira a dejar su impronta. Pero, además, cada momento requiere unas medidas y normalmente la política tributaria es una de las recetas necesarias tanto para afrontar la crisis como los momentos de reactivación económica. La realidad es que casi todo siempre termina en modificaciones de los impuestos.
- ¿La crisis actual ha motivado cambios fiscales?
- Se han producido medidas tributarias, pero hasta la fecha son poco relevantes. Quizás se ha optado más por las ayudas. Se está hablando tanto de subidas como de bajadas de impuestos y en algún momento tendrán que establecer medidas porque las cuentas siempre hay que pagarlas y la forma de hacerlo es a través de los impuestos. Mi percepción es que probablemente haya un crecimiento en el futuro de los impuestos indirectos que gravan los consumos y que, desde el punto de vista recaudatorio, son más seguros que los directos, que son los que gravan la renta y los beneficios.
- En realidad ya ha habido recientemente una subida de los impuestos indirectos de los carburantes y el tabaco.
- Correcto. Porque es una medida muy rápida que permite un aumento de la recaudación inmediato.
- Según explica en su libro, uno de los principios que debe marcar la tributación es su 'progresividad'. ¿Cómo entender entonces aquella medida de los 400 euros lineales, sobre la que parece que se está dando marcha atrás?
- Para cualquier estudioso de los tributos lo de los 400 euros fue un artilugio improvisado. Hemos tenido que modificar muchos de los conceptos tradicionales de los impuestos porque se les ocurrió esta idea. En mi opinión es bueno que respetemos un orden, sobre todo, en los conceptos. Y todo lo que sea romper eso trae consigo consecuencias. Ahora se habla de que ha sido muy injusta la aplicación. Eso es lo que ocurre cuando se hace una cosa de forma improvisada.
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