El intenso aguacero del lunes anegó varios sótanos y garajes en Albelda y obligó a ralentizar el tráfico en todo el valle del Iregua por la creación de balsas.
La lluvia caída ascendió a 60 litros por metro cuadrado en Albelda en una hora y a 25en Entrena en 30 minutos.
La lluvia caída ascendió a 60 litros por metro cuadrado en Albelda en una hora y a 25en Entrena en 30 minutos.
En Albelda, varios barrancos excedieron su cauce y depositaron piedra y barro en la LR-255 e inundaron bajos y sótanos de la parte nueva del municipio. En Entrena, el aguacero anegó la zona de las piscinas municipales y el camino de Sorzano a Alberite.
El intenso aguacero del lunes anegó varios sótanos y garajes en Albelda y obligó aralentizar el tráfico en todo el valle del Iregua por la creación de balsas.La lluvia caída ascendió a 60 litros por metro cuadrado en Albelda en una hora y a25 en Entrena en 30 minutos.Daños: En Albelda, varios barrancos excedieron su cauce y depositaron piedra ybarro en la LR-255 e inundaron bajos y sótanos de la parte nueva del municipio. EnEntrena, el aguacero anegó la zona de las piscinas municipales y el camino deSorzano a Alberite.Reparaciones: El Consistorio de Albelda mejorará las zonas afectadas en los próximos días.En una primavera atípica como ésta, la lluvia insiste en erigirse en protagonista. Anteayer hacia las 17.15 horas, una cortina de agua de alrededor de 60 litros por metro cuadrado, cayó en cerca de una hora y cuarto sobre el término municipal de Albelda de Iregua.Los vecinos, atónitos, advertían cómo las escorrentías bajaban del monte y llenaban de lodo y piedras la LR-255 entre Alberite y Albelda. Mientras, en el pueblo, el agua entraba en varios sótanos, cocheras y plantas bajas, sobre todo en la parte nueva de la localidad, que se asienta sobre un terreno más llano.«Ha sido un golpe de agua muy fuerte», ilustraba Ángel Casero, a quien la cercanía de su residencia al barranco de La Raposa le permitía asegurar que éste descendía «como un río». Así, su huerta con frutales quedó anegada en pocos minutos.Unos metros más abajo, una dotación de los Bomberos de Logroño limpiaba de barro y piedras la LR-255 y libraba de las balsas que se habían formado en varios puntos del vial. Por lo tanto, el tráfico entre Alberite y Albelda se vio ralentizado durante parte de la tarde.También, el barranco de El Artillero, la carretera hacia Clavijo y el camino próximo al cementerio se vieron rebasados por el exceso de agua.De forma simultánea, el alcalde del municipio, Amando González, y varios ediles atendían en sus móviles las llamadas de ciudadanos a los que les había sorprendido el agua en sus propiedades.Mangueras y palas.«Estuvimos achicando agua y limpiando sótanos y bajeras con mangueras y palas», comentaba González. Las labores de adecentamiento continuaban ayer, y el Ayuntamiento comenzó a evaluar los primeros daños en los caminos afectados. «Todas las reparaciones que correspondan al Consistorio se mejorarán en los próximos días», adelantó el primer edil albeldense.A su vez, los bomberos se dirigieron en la tarde del pasado lunes a la vía entre el cruce del restaurante El Joto y Entrena para limpiarla de restos. En esta población, en torno a las 15 horas la lluvia dejó 25 litros en media hora. La zona de las piscinas municipales y el camino de Sorzano a Alberite acusaron el abundante aguacero.
Reparaciones: El Consistorio de Albelda mejorará las zonas afectadas en los próximos días.En una primavera atípica como ésta, la lluvia insiste en erigirse en protagonista. Anteayer hacia las 17.15 horas, una cortina de agua de alrededor de 60 litros por metro cuadrado, cayó en cerca de una hora y cuarto sobre el término municipal de Albelda de Iregua.
Los vecinos, atónitos, advertían cómo las escorrentías bajaban del monte y llenaban de lodo y piedras la LR-255 entre Alberite y Albelda. Mientras, en el pueblo, el agua entraba en varios sótanos, cocheras y plantas bajas, sobre todo en la parte nueva de la localidad, que se asienta sobre un terreno más llano.
«Ha sido un golpe de agua muy fuerte», ilustraba Ángel Casero, a quien la cercanía de su residencia al barranco de La Raposa le permitía asegurar que éste descendía «como un río». Así, su huerta con frutales quedó anegada en pocos minutos.
Unos metros más abajo, una dotación de los Bomberos de Logroño limpiaba de barro y piedras la LR-255 y libraba de las balsas que se habían formado en varios puntos del vial. Por lo tanto, el tráfico entre Alberite y Albelda se vio ralentizado durante parte de la tarde.
También, el barranco de El Artillero, la carretera hacia Clavijo y el camino próximo al cementerio se vieron rebasados por el exceso de agua.
De forma simultánea, el alcalde del municipio, Amando González, y varios ediles atendían en sus móviles las llamadas de ciudadanos a los que les había sorprendido el agua en sus propiedades.
Mangueras y palas.
«Estuvimos achicando agua y limpiando sótanos y bajeras con mangueras y palas», comentaba González. Las labores de adecentamiento continuaban ayer, y el Ayuntamiento comenzó a evaluar los primeros daños en los caminos afectados. «Todas las reparaciones que correspondan al Consistorio se mejorarán en los próximos días», adelantó el primer edil albeldense.
A su vez, los bomberos se dirigieron en la tarde del pasado lunes a la vía entre el cruce del restaurante El Joto y Entrena para limpiarla de restos. En esta población, en torno a las 15 horas la lluvia dejó 25 litros en media hora. La zona de las piscinas municipales y el camino de Sorzano a Alberite acusaron el abundante aguacero.
Reparaciones: El Consistorio de Albelda mejorará las zonas afectadas en los próximos días.En una primavera atípica como ésta, la lluvia insiste en erigirse en protagonista. Anteayer hacia las 17.15 horas, una cortina de agua de alrededor de 60 litros por metro cuadrado, cayó en cerca de una hora y cuarto sobre el término municipal de Albelda de Iregua.
Los vecinos, atónitos, advertían cómo las escorrentías bajaban del monte y llenaban de lodo y piedras la LR-255 entre Alberite y Albelda. Mientras, en el pueblo, el agua entraba en varios sótanos, cocheras y plantas bajas, sobre todo en la parte nueva de la localidad, que se asienta sobre un terreno más llano.
«Ha sido un golpe de agua muy fuerte», ilustraba Ángel Casero, a quien la cercanía de su residencia al barranco de La Raposa le permitía asegurar que éste descendía «como un río». Así, su huerta con frutales quedó anegada en pocos minutos.
Unos metros más abajo, una dotación de los Bomberos de Logroño limpiaba de barro y piedras la LR-255 y libraba de las balsas que se habían formado en varios puntos del vial. Por lo tanto, el tráfico entre Alberite y Albelda se vio ralentizado durante parte de la tarde.
También, el barranco de El Artillero, la carretera hacia Clavijo y el camino próximo al cementerio se vieron rebasados por el exceso de agua.
De forma simultánea, el alcalde del municipio, Amando González, y varios ediles atendían en sus móviles las llamadas de ciudadanos a los que les había sorprendido el agua en sus propiedades.
Mangueras y palas.
«Estuvimos achicando agua y limpiando sótanos y bajeras con mangueras y palas», comentaba González. Las labores de adecentamiento continuaban ayer, y el Ayuntamiento comenzó a evaluar los primeros daños en los caminos afectados. «Todas las reparaciones que correspondan al Consistorio se mejorarán en los próximos días», adelantó el primer edil albeldense.
A su vez, los bomberos se dirigieron en la tarde del pasado lunes a la vía entre el cruce del restaurante El Joto y Entrena para limpiarla de restos. En esta población, en torno a las 15 horas la lluvia dejó 25 litros en media hora. La zona de las piscinas municipales y el camino de Sorzano a Alberite acusaron el abundante aguacero.
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