jueves, 6 de enero de 2011

Ángel Ruiz-Bazán analiza la situación de Haití.

Logroño, 6 ene (EFE).- El director riojano Ángel Ruiz-Bazán analiza la situación de Haití en su documental "Una isla, dos países, un mercado", que se proyectará esta semana en diversas localidades de La Rioja.

Ruiz-Bazán (Albelda de Iregua, 1959) es productor y director de documentales, a través de Quetzal Producciones Audiovisuales, y también imparte cursos en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en la República Dominicana, donde reside desde hace diez años.

"Una isla, dos países, un mercado" se proyecta hoy en la localidad riojana de Nalda, mañana en San Vicente de la Sonsierra, el domingo 9 en Albelda de Iregua y el martes 11 en Logroño.

El documental, rodado a mediados de 2009, recoge la peculiaridad del mercado binacional situado en las localidades de Dajabón (República Dominicana) y Juana Méndez (Haití), ha explicado a Efe el director.

Este mercado se inició en 1994, cuando el Gobierno de Estados Unidos embargó a la República de Haití, por lo que el entonces presidente dominicano, Joaquín Balaguer, decidió permitir el paso entre ambas localidades para que los haitianos pudieran comprar alimentos y medicinas.

Durante los días de mercado, lunes y viernes, la frontera está abierta y pueden pasar libremente por el puente que separa los dos países los haitianos y dominicanos que van hacia ambas ciudades.

El río Masacre, que divide la frontera entre Dajabón y Juana Méndez, es aprovechado por miles de haitianos para cruzar de forma ilegal hacia la República Dominicana, donde son sometidos a malos tratos, abusos y vejaciones por parte de algunos agentes militares que custodian el lugar, según Ruiz-Bazán.

Este productor ha rodado otro documental sobre la situación de Haití tras el terremoto, ya que dos días después de la catástrofe acudió a Puerto Príncipe a filmar acompañando a las brigadas de rescate de Francia, Estados Unidos y la República Dominicana.

En las primeras semanas tras el terremoto, el director riojano pudo grabar la situación de "caos, dolor y desesperación" de la población del país más pobre del mundo, que después ha quedado sumida "en la máxima de las miserias".

En su opinión, Haití resume en la actualidad "la vergüenza política internacional", ya que con las aportaciones económicas de todo el mundo se podría haber reconstruido todo el país y apenas ha llegado el 10 por ciento de la ayuda a la población.

Es "bochornoso" que un año después de la catástrofe, el 90 por ciento de la población viva en la calle, en tiendas de campaña, y sin las mínimas condiciones de salubridad, que han provocado epidemias como la del cólera.