Chorizos Palacios ya es del capital riesgo.

Seis meses después, Embutidos Palacios tiene dueño nuevo. La firma de private equity ProA Capital ha cerrado la adquisición de la compañía familiar riojana, que cerró 2008 con una facturación de 135 millones gracias a la producción de chorizos y comida refrigerada, en especial pizzas, roscas, tortillas y postres, por un importe no confirmado, aunque fuentes del sector aseguran que superaría ligeramente los 100 millones.


Con esta adquisición, el fondo constituido en abril de 2008 por los ejecutivos Santiago Gómez y Fernando Ortiz se estrena como inversor en el mercado nacional. Para la compra de Embutidos Palacios, la firma ProA Capital, que ha liderado el proceso y tendrá una mayoría (60%), ha contado con la participación de otros tres inversores, su fondista Partners Group (20%), la gestora vasca Talde (15%) y el equipo directivo (5%).


Embutidos Palacios cambia de manos con la tercera generación. A 12 kilómetros de Logroño, la carnicería de Albelda de Iregua regentada por el abuelo de la saga se convirtió, a partir de los años 80, en fabricante industrial de embutidos, fundamentalmente chorizos, gracias al impulso de Dolores García y sus tres hijos, Jaime, Francisco Javier y el menor Ángel Pablo Palacios, máximo responsable en la gestión hasta hace cuatro años.


Todo cambió con la creación del consejo familiar. A partir de entonces, los hermanos Palacios, con el trabajo del día a día delegado en el equipo directivo, se dedicaron a diversificar su patrimonio en diferentes sectores (inmobiliario) y empezaron a escuchar ofertas por la compañía. Casi un año después del primer contacto y tras prorrogar varias veces el calendario de cierre, ProA Capital ha conseguido llevarse en exclusiva la operación.


Para cerrar la compra, cuya deuda ha llegado al 50% del importe, la firma ha contado con la financiación de seis entidades (Santander, BBVA, Caja Madrid, La Caixa e IKB), formando un club deal coordinado por BNP Paribas y asesorado por Optima Corporate, Latham & Watkins y KPMG. Por otro lado, la familia Palacios ha contado con Merrill Lynch y Uría Menéndez, mientras el equipo directivo lo ha hecho con DLA Piper.


Los planes de ProA Capital no pasan por variar la mezcla de los ingredientes del chorizo. La firma de capital riesgo pretende servirse de la condición de Embutidos Palacios como referente en la fabricación de productos refrigerados, con marca propia y para terceros, para consolidar un gran distribuidor a nivel nacional, especializado en un segmento de productos de bajo precio y alta rotación de compra, con un comportamiento anticíclico.