domingo, 1 de marzo de 2009

La Iglesia de San Martín en la sala "Alaska"


Un salón de bodas acoge la parroquia de Albelda tras desalojar el antiguo templo.

Un momento de la homilía celebrada ayer en Albelda El salón de bodas 'Alaska' albergó durante décadas el ágape posterior a las nupcias de cientos de parejas albeldenses. Hoy, este recinto, que se clausuró para este fin hace cerca de diez años, acoge las ceremonias religiosas.

El controvertido estado de la parroquia de San Martín ha obligado a trasladar de manera transitoria a los feligreses a esta sala. Y es que el riesgo de celebrar misa en una iglesia que se desmorona asoma en cada esquina; como lo atestiguan las grietas en las paredes, los pilares partidos, la inclinación del campanario o el peligro de que el tejado se derrumbe.

Así, el pasado 12 de noviembre, festividad de San Martín, se tomó la decisión de cerrar el templo, una determinación que se venía fraguando prácticamente desde su inauguración hace 29 años. No en vano, apenas un año después de que la parroquia abriera sus puertas, ya comenzó a presentar fisuras. «Era de esperar, puesto que en este mismo emplazamiento se elevaron anteriormente otras tres iglesias y todas sucumbieron», justifica el párroco, Félix Sáenz.

La razón de la inestabilidad se esconde en la tierra en la que hunde sus cimientos, de tipo arcilloso, que es incapaz de soportar el peso de un templo. «Sin embargo, hace tres décadas se volvió a escoger esta localización para erigir la nueva parroquia, porque tradicionalmente se habían situado en este entorno, que constituía el núcleo del pueblo y que ofrece unas maravillosas vistas de la vega del Iregua», argumenta Sáenz.

Un emplazamiento que no se barajará de cara al futuro. «El Consejo Parroquial y miembros del Ayuntamiento han compuesto una comisión que está trabajando en el proyecto de construcción de una iglesia fuera de este área», señala el sacerdote albeldense.

El nuevo edificio religioso podría ser una realidad dentro de un lustro pero, mientras, en el 'Alaska', tienen lugar las eucaristías de los sábados y los domingos, los bautizos, las comuniones y los funerales. En cambio, en la ermita de Santa Isabel se oficia la misa diaria y en la del Bueyo se celebrarán las bodas. ¿Y qué ocurrirá el 28 de abril, festividad del patrón, San Prudencio? En esta ocasión también la cita será en la sala 'Alaska'. «Escogimos este espacio por su capacidad, ya que permite reunir a 200 personas, y porque no se le estaba dando uso», razona Sáenz.

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